sábado, 25 de abril de 2009

«Librepensadores» y clientelizados



No existen «libre pensadores». Conocí una vez alguien que me dijo que cada vez que lo asaltaba una duda iba a revisar la Suma Teológica, lo que era algo así como su biblia.

No es lo mismo no estar despejando dudas a cada rato, pero eso no lo hace a un pensador «autónomo», que con el solo uso de su propia razón elabora sus propias convicciones. Esto es una cuestión de estabilidad, pero no cambia el hecho básico, primero, de la dependencia.

Cada ideología tiene algo de lo que se jacta, y que en algunas sus adherentes consideran una virtud personal suya y motivo por el que es despertada en ellos la simpatía que los liga a ese pensamiento.

A veces el nombre puede dar una idea al respecto, siempre que no se derive de un nompre propio. Por ejemplo, el liberalismo se jacta de su naturaleza ciudadana, opuesta a la plebeya, al pueblo. Hombres libres que no quieren que un poder autoritario, hegemónico, altere su condición de tales con políticas distorsivas. También se vincula a esto cierto escepticismo, ya que estaría a resguardo de toda ideología vulgar. Su única ideología sería el prestigio de la ciencia y su único lider el «especialista», que debe restringir su autoridad a un sector determinado del saber, a la máxima especificidad.

Los progres comparten casi todas esas cosas con lo liberales, pero pecan de una vulgaridad: la sensibilidad y el compromiso social; punto débil que le permite a los tiranos usarlos para sus fines personales, creyendo ellos que defienden ideales humanitarios, posibildad que por otra parte los tiene en alerta permanente.

Otra diferencia es que el liberal se siente mucho más a gusto con la supuesta procedencia noble de su estirpe, la que se sigue de aquellos relatos transmitidos por generaciones (y que, curiosa excepción, la ciencia no podía corroborar).

Ni el progre ni el liberal entienden cómo un ser racional podría simpatizar con un pensamiento como el peronismo o el cristianismo, designados ambos por un nombre propio. Con respecto al marxismo, es claro que muchos progres suelen resaltar el supuesto «idealismo» de Marx, su compromiso con el oprimido. Pero no aceptaría, tal como Michetti con respecto a Scioli, "ser comparado con eso", cuando alguno les menciones los hombres de acción de tales preferenias, tales como Ulianov y el «hombre de hierro».

Es cierto que para muchos la ideología marxista resulta en gran parte respetable. Por más que se tache de obtuso o fantaseoso en las filas liberales, el texto de El Capital suele ser rescatado como labor literaria e intelectual. Esto daría cabida al marxista en el antiperonismo, por ejemplo, por estar libre de salvajismo.

Una de las cosas en que coinciden ideologías de lo más variadas es en criticar uno de los métodos más principales que se le atribuyen en nuestro país su orígen al peronismo, es decir, el clientelimo político (al margen: practicado por la oligarquía a principios del sXIX). También es su explotación de la imagen (de Evita, por ejemplo), como modo de mantener la cohesión, ambos métodos cuyo antecedente principal es, desde ya, la religión católica.

Por eso, no me parece de más recordar algunos fragmentos de la doctrina del gran maestro del clientelismo político, quizá el primer trbajador social, referidas a la redistribución:

«Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven y sígueme» (Mt. Cap. 19)

«Os lo repito, es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el reino de los cielos» (Ídem)

«Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas (...) Mandó que se acomodaran por grupos sobre el pasto. Y tomando los panes y los peces, y levantando los ojos al cielo, pronunción la bendición, partió los panes y los iba dando a los discípulos para que los fueran sirviendo. También redistribuyó todos los peces. Comieron todos y se saciaron y recogieron las sobras. Los que comieron fueron cinco mil hombres» (Mc Cap.6)

En una parábola se refiere al reclamo de la clase media cuando cuestiona los planes sociales:

«Estos últimos -dicen los productores agropecuarios- no han trabajado más que una hora, y les pagas como nosotros, que hemos trabajado de sol a sol. Pero él le contestó a uno de ellos "Amigo, no te hago ninguna injusticia ¿No te ajustaste conmigo en un drenario? Pues toma lo tuyo y vete. Por mi parte, quiero dar a este último lo mismo que a tí» (Mt. Cap. 20)

Por su puesto, falta mencionar el vino infaltable en todas las tertulias y la consigna de su "vuelta".

viernes, 17 de abril de 2009

No cuidar la imagen

El ámbito de la acción política está lleno de "desprolijidades". Una amplia tendencia política le opone a las mismas un moralismo, que resulta ser jactancioso comparandosele con aires de pulcritud. Incluso sin someter a cuestión las "cuestiones de fondo" -me refiero a los objetivos más generales de las políticas y a plazos más largos-, algunos grupos obtienen importantes resultados tachándolos de "desprolijos" (y cosas mucho peores, claro) a los que actúan desde el Estado, haciéndoles retroceder de ese modo, frente a sus opositores (que son ellos mismos), en la opinión de aquellos que son incluso más afines que éstos al objetivo general, pero parecen no soportar la suspicacia moral, este ésta fundada o no.

Es cierto que la estrategia de una parte de la izquierda es la de correr siempre un poco más al extremo su objetivo declarado, de manera de no lograr nunca participar de una acción concreta confluyendo con sectores más amplios, probablemente como una manera de garantizar que su "acción" sea puramente intelectual, permaneciendo en la esfera especulativa y crítica, y no alcance las "condiciones materiales", tan mencionadas por el camarada Marx, no obstante. Otro sector, el progresismo, al contrario, es mucho más flexible desde el punto de vista del objetivo, pero se mantiene regularente en el moralismo de las formas, que también lo aleja de la acción concreta.

Termina ocurriendo algo similar a lo que se dice en La ideología alemana sobre los neohegelianos:

''Pese a su fraseología supuestamente "revolucionaria", los ideólogos neohegelianos son, en realidad, los perfectos conservadores. Los más jóvenes entre ellos han descubierto la expresión adecuada par designar su actividad cuando afirman que sólo luchan contra "frases". Pero se olvidan de añadir que a estas frases por ellos combatidas no saben oponer más que otras frases y que, al combatir solamente las frases de este mundo, no combaten en modo alguno el mundo real existente. Los únicos resultados a que podía llegar esta crítica filosófica fueron algunos esclarecimientos histórico-religiosos, harto unilaterales por los demás, sobre el cristianismo; todas sus demás afirmaciones se reducen a otras tntas maneras más de adornar su pretensión de entregarnos, con estos esclarecimientos insignificantes, descubrimiento sde alcance histórico-mundial.

''A ninguno de estos filósofos se le ha ocurrido siquiera preguntar por el entronque de la filosofía alemana con la realidad de Alemania, por el entronque de su crítica con el propio mundo material que la rodea''


La inestabilidad política, que bien puede formar parte de la finalidad de acciones de grupos opositores, también son parte inherente de una coyuntura en la que se transformen las estructuras sociales y economicas. Las tradiciones ideológicas se alejan de la materialidad que las rodea (o realidad) puesto que ésta última se modifica y aquellas se conervan idénticas a sí. También es cierto que hay distancia entre la ideología y el interés. La burguesía nacional ha demostrado abundantemente que la ideología no corresponde al interés. Lo mismo la clase obrera. Incluso en situaciones bien adversas desde la perspectiva del interés, lo que prevalece es la ideología, que depende del adoctrinamiento y, en última instancia, de cómo cada cual se presta a tal o cual doctrina.

El nuevo neoliberalismo en Argentina (que es el liberalismo de siempre), revitalizado ahora con sus aliados, los fisiócratas del "campo", se muestra confiado en que van a recuperar parte del poder perdido después del 2001, por la vía democrática (a diferenica de otras oportunidades en las que usaron otros métodos) y a través del discurso moralista y el eficientista. Parte del progresismo considera una alianza para la restitución de la autoridad del mercado, dado que la doctrina común que comparten es la de la mayor eficiencia y moralidad de dicha autoridad en dirimir los conflictos. Pero es necesario abandonar el eufemismo del "mercado" para designar los grupos que intervienen efectivamente, con lo cual el moralismo no sería tan eficaz.

Manteniéndose el discurso de la oposición en cuestiones de forma, es lógico que la estrategia oficial para las elecciones venideras implique poner dichos aspectos en segundo plano, de modo de someter a debate cuestiones de alcance mayor. Limpiar la imagen para agradr a la mirada del exterior (con la que fantasean los moralistas locales) no podría conducir a sectores liberales a simpatizar con políticas de intervención estatal en lo económico y en lo social. Si el Estado no interviene, el mercado lo saca del juego.

jueves, 9 de abril de 2009

NML Capital Ltd., un fondo buitre de un paraíso fiscal, contra la Argentina.




Tal como mencionamos en un post acá, un artículo del diario La Nación se refirió al embargo de las cuentas argentinas en Francia que tuvo lugar en estos días. Allí dice que:

"La justicia francesa dio curso ayer a un exhorto de la justicia norteamericana y dispuso embargar todas las cuentas bancarias de la embajada argentina en París".

La proposición citada (en una nota que se publicó sin firma y como una primicia) contiene dos datos falsos, ya que, como vemos acá:

"la justicia francesa no tuvo intervención en el procedimiento realizado el viernes por alguaciles que actuaron por cuenta de un acreedor norteamericano"

Por un lado. Y por otro, según Página/12:.

"En esta oportunidad, el juez neoyorquino Thomas Griesa estuvo al margen del embargo. Por lo menos así lo hizo saber el Elliot".

El artículo mencionado acá en segundo término perteneciente a La Nación, explica:

"Para que esa operación fuera posible sin la intervención de la justicia francesa, los alguaciles invocaron el artículo 68 de la ley 91-650 de 1991, que establece que 'no es necesaria la autorización previa de un juez cuando el acreedor presenta un pedido de ejecución o una decisión de justicia (incluso extranjera) que aún no tiene fuerza ejecutoria'".

De este modo ni la justicia francesa (como se dió a entender) ni la norteamericana (el juez Thomas Griesa, lo cual también se publicó) tuvieron participación en esta movida. El fondo "buitre" involcrado en esto, según La Nación es NML-Elliot: "El viernes los alguaciles franceses Didier Benhamou, André Hadjedj, Frank Jakubowicz, Olivier Racineux se presentaron en el Banco de Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), donde solicitaron y obtuvieron el embargo cautelar de todas las cuentas de la embajada argentina en Francia, invocando una deuda pendiente con el fondo de inversión NML Capital Ltd. Esa empresa basada en las islas Caimán representa a un grupo de bonistas que quedaron fuera del canje de la deuda argentina (hold-outs) y que, en conjunto, reclaman al país cerca de 29.000 millones de dólares". Las islas caimán se consideran paraíso fiscal, lo cual vuelve la movida llamativa, pues esto ocurre un día después de que en la reunión del G20 se haya determinado que "las distintas jurisdicciones que funcionan como paraísos fiscales deberán adherir e implementar las prácticas de transparencia impositiva recomendadas por la ONU."

miércoles, 8 de abril de 2009

Curiosa interpretación periodística

El diario La Nación publicó en esta nota, el siguiente comentario, que cito textualmente:

«En su paso por Londres, la presidenta Cristina Kirchner aprovechó cada vez que pudo para cuestionar las recetas neoliberales y atribuirse como una reivindicación a su postura el plan de estímulo fiscal que votaron las grandes potencias reunidas en el G-20. Uno de sus tantos comentarios a la prensa, que pasó desapercibido, alarmó a un funcionario atento a cuidar al extremo las relaciones diplomáticas. La Presidenta relataba cómo le había impactado la violencia desatada contra los bancos durante las protestas anticapitalistas en la City londinense. Y se refirió a un dato que acababa de leer en un resumen de prensa: "Esa situación que me retrotrae a la Argentina de 2001. Vemos que incluso hubo un manifestante muerto en la represión policial de estos incidentes". Más allá de la inconveniencia de hablar sobre un asunto interno del país que la alojaba, le faltaba conocer la otra cara de la historia: Ian Tomlinson, la víctima, era un trabajador que volvía a su casa cuando se topó con la marcha. Se descompensó por los amontonamientos y, mientras la policía intentaba sacarlo del lugar, le reventó en la cabeza un botellazo que iba dirigido a los agentes, según informaron oficialmente las autoridades británicas».

El video donde se muestra la acción del policía sobre Ian Tomlinson fué publicado en The Guardian.

martes, 7 de abril de 2009

La última de los holdouts

Cuando el tema era Antonini y la valija, todos recordarán, algunos (generalmente contrarios al gobierno actual, tal vez al de Menem también, quizá no tanto al de Videla), saltaban con eso de que "la justicia norteamericana es independiente, y no como acá, en este país corrupto, etc., etc., etc.". Tal vez, esos mismos, se complacerían si fuera el senado norteamericano quien desiganara los magistrados locales, y no los legisladores elegidos acá.

El año pasado, cuando salió el proyecto para la estatización de las AFJP, el juez Thomas Griesa embargó la plata que las mismas AFJP habían puesto en su país. No recuerdo si se discutió mucho este punto de vista, pero a mi me pareción ridículo porque era plata para jubilacione y no del Estado, como si éste fuera una persona o una empresa.

Aparentemente, el magistrado ve las cosas así:

El estado vendría a ser como una empresa. Así, los estatales serían sus empleados, los funcionarios los directores y gerentes, mientras que los bonistas serían los propietarios del capital, del cual obtienen una renta. Los contribuyentes o la población, serían los clientes, mientras que los candidatos, los productos. El negocio, en tanto, la liquidación del patrimonio (siempre que haya) y la recaudación impositiva.

Según informa (erróneamente) el diario La Nación, Thomas Griesa habría solicitado que se embargaran todas las cuentas bancarias de la embajada argentina en París. Según ese diario, además, la medida "sorprendió al gobierno que trabajaba por estas horas en la designación de los bancos Barclay's, City y Deutsche para organizar el canje de bonos de los tenedores que no adhirieron" al canje de deuda.

Y llamativamente, algunos salen entonces a reividicar el modus operandi de los fondos llamados "buitre" como si fuera el último grito de la libertad civil. Pero noprecisamente quiene detallen en qué consiste. En tanto, el ejemplo de Zambia es citado en muchas páginas, por ejemplo acá.Resumo brevemente: esta nación de endeudó con Rumania en 1979 por un prestamo destinado a comprar tractores rumanos. Veinte años más tarde se había acordado liquidar el prestamo entero por 3 millones. Zambia había planeando utilizar los fondos de la cancelación de la deuda para invertir en enfermeras, profesores e infraestructura básica (lo que acá se conoce como aparato clientelar). Pero apareció el fondo británico Donegal International. El resultado: dando poco menos de 4 millones le compra la deuda a Rumania, y demanda luego a Zambia por un total de 40 millones.

Con respecto a lo sucedido en Francia con la plata de la embajada, según el diario La Nación de hoy, la movida de Giesa depende de "la petición de un grupo de bonistas de un fondo que hasta anoche el gobierno argentino no había podido indentificar".

lunes, 6 de abril de 2009

Cristina en el G-20




"Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo". Carlitos Marx

Uno puede lamentarlo o complacerse, puede parecerle poco o quedarse con dudas de cómo se concretan algunas cosas de las que se dijeron, pero no discutir que, en la reunión del G-20 de la semana pasada, el discursillo neoliberal tuvo que replegarse un poco.

En tanto, mientras que algunos, quizá con preocupación por ver que se pierde terreno, remarcaron que el FMI es el que va a manejar la guita que se planea repartir (mencionando que no le prestaría a la Argentina); otros señalan las críticas a los paraísos fiscales, o el tema de que se sacó lo de la flexibilización laboral. No faltan tampoco quienes sugieren que es todo un verso, lo cual proviene -básicamente- desde dos frentes: los que siempre criticaron el consenso de Washington ven esto como algo tibio, y los que al contrario, no parecen queren que se alteren sus principios.

Estos últimos, por ejemplo desde el diario La Nación, suelen hasta apelar a referentes que están bien lejos de sus ideales. Un ejemplo al paso, si no recuerdo mal, cuando Chavez introdujo la lectura de Marx en la enseñanza de Venezuela, un artículo lo criticaba apelando al mismo marxismo, sostenindo algo así como que el mismo Engels en algún lugar había criticado a Bolivar, lo cual era extensible a Chavez por declararse "bolivariano".

Lo curioso es que además de esto, la izquierda se alinee con el pensamiento liberal (de más está recordar el acto del año pasado en La Rural). Mucha tesis XI, pero la impresión que da es que por más ultra que sea el discurso, cuando una transformación tiene lugar, algo despierta en algunos grupos un ímpetu bien conservador. Obviamente que no es la transformación que profesan, pero si de lo que se trata es de transformarlo ¿porqué tanta cautela y tanto interpretar?
"siempre junto a la urbe"