martes, 7 de abril de 2009

La última de los holdouts

Cuando el tema era Antonini y la valija, todos recordarán, algunos (generalmente contrarios al gobierno actual, tal vez al de Menem también, quizá no tanto al de Videla), saltaban con eso de que "la justicia norteamericana es independiente, y no como acá, en este país corrupto, etc., etc., etc.". Tal vez, esos mismos, se complacerían si fuera el senado norteamericano quien desiganara los magistrados locales, y no los legisladores elegidos acá.

El año pasado, cuando salió el proyecto para la estatización de las AFJP, el juez Thomas Griesa embargó la plata que las mismas AFJP habían puesto en su país. No recuerdo si se discutió mucho este punto de vista, pero a mi me pareción ridículo porque era plata para jubilacione y no del Estado, como si éste fuera una persona o una empresa.

Aparentemente, el magistrado ve las cosas así:

El estado vendría a ser como una empresa. Así, los estatales serían sus empleados, los funcionarios los directores y gerentes, mientras que los bonistas serían los propietarios del capital, del cual obtienen una renta. Los contribuyentes o la población, serían los clientes, mientras que los candidatos, los productos. El negocio, en tanto, la liquidación del patrimonio (siempre que haya) y la recaudación impositiva.

Según informa (erróneamente) el diario La Nación, Thomas Griesa habría solicitado que se embargaran todas las cuentas bancarias de la embajada argentina en París. Según ese diario, además, la medida "sorprendió al gobierno que trabajaba por estas horas en la designación de los bancos Barclay's, City y Deutsche para organizar el canje de bonos de los tenedores que no adhirieron" al canje de deuda.

Y llamativamente, algunos salen entonces a reividicar el modus operandi de los fondos llamados "buitre" como si fuera el último grito de la libertad civil. Pero noprecisamente quiene detallen en qué consiste. En tanto, el ejemplo de Zambia es citado en muchas páginas, por ejemplo acá.Resumo brevemente: esta nación de endeudó con Rumania en 1979 por un prestamo destinado a comprar tractores rumanos. Veinte años más tarde se había acordado liquidar el prestamo entero por 3 millones. Zambia había planeando utilizar los fondos de la cancelación de la deuda para invertir en enfermeras, profesores e infraestructura básica (lo que acá se conoce como aparato clientelar). Pero apareció el fondo británico Donegal International. El resultado: dando poco menos de 4 millones le compra la deuda a Rumania, y demanda luego a Zambia por un total de 40 millones.

Con respecto a lo sucedido en Francia con la plata de la embajada, según el diario La Nación de hoy, la movida de Giesa depende de "la petición de un grupo de bonistas de un fondo que hasta anoche el gobierno argentino no había podido indentificar".

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"siempre junto a la urbe"