lunes, 3 de septiembre de 2012

¿Qué adoctrinamiento debe impartirse en las escuelas?

Ultimamente se han escuchado con insistencias arraigados prejuicios sobre la educción, con motivo del 0800 de Macri. Parece que contratar telemarketers es lo único que hace Macri desde que asumió. Pero ¿qué se proponía hacer con la información que las denuncias propiciara? Eso nunca se dijo, que yo sepa.

Ahora bien, lo primero que hay que decir es algo bien simple: a la escuela se va a recibir adoctrnamiento. Eso es una verdad incontrovertible. Sólo lo niega un hipócrita o un ingenuo. Sin ir al extremo de lo que se publica en esta nota donde la cosa es evidente pero donde el adoctrinador es el mismo Macri, se sabe (y es obvio) que los niños y jóvenes van a la escuela a recibir adocrinamiento tanto en las ideas como en los valores (como les gusta decir a los conservas).

Entonces decir que no tiene que haber tal instrucción en las escuelas es decir que no tendría que haber educación, o no decir nada.

La cuestión es entonces ¿qué educación, qué adoctrinamiento deben recibir los estudiantes?

Esta discusión sí es legítima. Macri querrá enseñar (según sugiere la nota basada en los hechos que allí se citan) que lo importante es ganar plata y a eso debe aplicarse el estudio. Muchos no compartirán esos "valores". Me imagino que Macri querría una curso de "enr¡trpreneur" junto a uno de "valores católicos" o algo similar.

Pero lo importante es que Macri, o su gobierno, no tiene mejor idea que echar a quienes dicen (y probablemente piensen) cosas distintas a las que a él le gustaría. Esto se vé tanto en educación como en salud. Es una constante del Pro.

El problema de todo esto es que las técnicas implementadas por Macro son excesivamente ineficientes. Prohibir algo a los estudiantes secundarios es casi tanto como ordenarles hacerlo. Hechar a alguien por algo como una representación crítica a su gestión es casi como consagrarlo. Tal vez muchos se cuiden de decirlo, pero van a pensar que lo que él prohibe tal vez no sea tood lo malo que él pretende sino al contrario, la verdad que él no quisiera que se sepa, o algo por el estilo.

El resultado es que el adoctrinamiento Pro está pensado para las personas mayores, y puede ganar votos en esa franja etárea, pero parece que el efecto contrario tendría en la juventud. ¿Confiará que el cambio de la edad para el voto no se llevará a cabo? ¿Conocerán sus asesores que las estadísticas dicen, con base empírica, que en nuestro país la proporción de jóvenes es mayor que la de veteranos?

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