No es de hoy la discusión entre progresistas y pejotistas (llamemoslos así, o si prefieren las palabras de manolo "derechistas sostenibles sin represión") al interior del panKirchnerismo (ejemplo). Si se quiere, al interios de la blogósfera Nac&Pop (o peronósfera tal vez).
Lo cierto es que la prolongación de la discusión de marras parece (con el consecuente sostenimiento del gobierno kirchnerista) conducir a un resultado diferente: que el kirchnerisno no es ni progresismo ni pejotismo. No son cuestiones que estén en la teoría, sino en la praxis política. Así, en parte la solución del problema dependerá (más que de los deseos de quienes discuten) de lo que pase después, por ejemplo, en 2015. En gran medida el tema dependerá de si los que vengan después llegan o no a satisfacer las expecattivas de la sociedad o, como dijo uno de los causantes de esta discusión "son peores".
Hace poco se hablaba de De la Sota como posible sucesor de Cristina. Ahora se hablará de Scioli. Claro que antes de 2015 está 2013 (y, ¿por qué obviarlo?, antes todavía, octubre).
Algunos, como Omix, reaccionaron a los resultados de las primarias con críticas severas al kirchnerismo-cristinismo "Algunos no entendieron nada", por ejemplo afirmó. Es entendible que surjan reacciones tan apasionadas dada la sorpresa que trajeron los resultados, no esperados, al menos no abiertamente, por nadie. Dijo la depositaria de la mitad más uno de los votos efectivos: “Si logramos escuchar lo que dice la sociedad a través de las urnas vamos a lograr equivocarnos un poco menos”.
Evidentemente si la cuestión, la condición, es 'lograr escuchar' es que la presidenta reconoce que esa tarea no es fácil. Uno puede disfrutar ese mensaje, como tratándose de la más maravillosa música, pero lograr escuchar lo que dice eso ya es otra cuestión.
Como dijimos en otro posteo, los ideólogos salen siempre a interpretar la noticia, y siempre lo hacen llevando agua para su molino. Así, Pinedo no dice, por ejemplo "las urnas dicen que las deciciones de la presidenta van en la dirección correcta... ¿cómo no lo pensé?" si no que se trata de un voto castigo a la oposición. Alguno dirá, en respuesta, que es un voto castigo a lo que la oposición apostó, y apostó mal.
Pero en fin. Veo que hay una rapidez en interpretar, en explicar qué quieren decir las urnas (que, lo repito, lo que contenían era, principalmente, la imagen y el nombre de Cristina en todo el país).
También decíamos en ese post que las noticias (sirva este resultado electoral como ejemplo paradigmático de noticia, para alguno buena nueva, para otros no tanto) podían ser inocuas, no alterar las interpretaciones vigentes (hegemonicas al interior de cada partido, cada facción) o ser, como esta, capaces de sorprender esas convicciones (o, en virtud de una reacción diría caprichosa, crispar esas convicciones que parece derrumpbar). Claro que nunca deja de haber un grado de convicción que no se está, en general, dispuesto a ceder, pero conservando un mínimo siempre puede haber más o menos de preconprensión; más o menos de sorpresa.
Ahora bien, Cristina nunca dijo que "escuchar" las urnas fuera fácil, por lo que no veo por qué hay quienes se apresuran en dar un respuesta. Lo único que es unívico es qué personas fueron elegidas en los ditintos lugares por las distintas proporciones de electores. Pero a eso no se limita "lo que dicen".
Y por último, como también mencionábamos en ese viejo post, el entretenimiento forma parte de la noticia, digamos para extender ese enunciado mejor a la situacióin actual, eso que dice la sociedad, esa música que algunos les parece maravillosa (y a otros no) además de portar un mensaje, de decir algo, es capaz de deleitarnos. Así pues, el que pueda regosijarse, que se regosije.
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