viernes, 28 de agosto de 2009

¡¡Que noche bariloche!!

La cumbre de Bariloche fue una masa. Desearíamos que saliera en DVD (o mejor, que alguien la colgara en alguna página para bajar en mpg o algo así). Lamentablemente, no pude escucharla completa. Voy a evocar parte de lo que sí escuché.

Primero, una intervención de Cristina. Estaba hablando Uribe, y en un momento llegó a decir que se hacía maniqueísmo con Honduras (la palabra maniqueísmo había sido pronunciada antes por Correa con respecto al hecho de que EEUU usa como excusa la lucha contra el terrorismo y el narcotrafico para justificar invasiones que tienen otros motivos inconfesables) y siguió diciendo algo así como que no podía decirse que había interrvencionismos buenos e intervencionismos malos. Con intervencionismo que supuestamente serían buenos sin serlo se refería Uribe, inequívocamente, a la posición adoptada por Unasur (en confluencia con la OEA) de repudiar el golpe. En ese momento, la compañera platense tomó la palabra. Dijo en primer lugar que no tenía sentido reprochar lo que dijo tal o cual mandatario en el pasado respecto de tal o cual tema (Uribe había dicho que Chavez había elogiado un terrorista o narco) porque no se iba a llegar a ningún acuerdo. Aregó que lo fundamental esa propiciar la integración. Remarcó que para ella había un problema evidente de confianza: Uribe desconfía de Chavez, Chavez y Correa de Uribe y éstos con Evo del ejército de EEUU, etc. Entonces que "en lugar de imaginar consensos había que construir confianzas". Para lo cual propuso ir, si se me permite la expresión, a las cosas. Es decir, a la consideración de hechos tangibles, medibles, etc. Dijo que El Consejo de Seguridad de la Unasur podría desarrollar un mecanismo de corroboración de dichos hechos y cosas tangibles (aviones, armamento, tanques, etc.) y en base a esto se podría generar una confluencia que más allá de la disputa puntual sobre este punto sentara las bases doctrinarias de Unasur para el futuro de Sudamérica y Latincoamérica (que grande Cra!), a los cual Bachelet mostró su acuerdo e interés. Y más adelante, se refirió a la alusión a Honduras por parte de Uribe, haciendo alusión al caracter antidemocrático y contrario al orden institucional del golpe, frente a lo cual EEUU estaba en orsay por reconocer como mandatario al golpista, lo cual dejaba mal parado a Colombia por dejarle instalar bases militares en un país de la misma región a ese país. Después hablo Chavez y dijo estar de acuerdo "con el espíritu de la palabra de Cristina" pero insistió en la cuestión concreta de las bases yanquees en Colombia (mientras que Cristina había propuesto enfatizar la cuestión de política a largo plazo y base doctrinaria en materia de seguridad para Unasur).

Uribe, tal vez siguiendo toda una tradición, defendía su posición negando absolutamente todo. No eran en realidad bases norteamericanas, sino simplemente soldados norteamericanos que, etc., etc., etc. y en ese punto aprovechó el Gran Evo para tomar la palabra y dijo, para el regocijo de muchos de los que estabamos escuchanto (todo un continente): ¿Ud nos asegura que no quiere bases yanquees? ¡Pues bien! Eso ees lo único que queremos, que no las haya: estamos de acuerdo entones. Firmemos todos eso ahora mismo y listo, vamos a esquiar. En efecto, el compañero Morales propuso ir a esquiar. Uribe ya no podía desdecirse, pero lo que quizá no tuvo muy en cuenta es que la mentiira tiene patas cortas... el tiempo dirá.

La intervención de Lula no pude escicharla muy bien, porque era, obvio, en portigues. Pero parecía un poco molesto. Siempre hay dos uinterpretaciones con Lula, una que está un poco hacia un lado, otra que lo está más bien hacia el contrario. Quizá porque sea el único que no habla en español y no queda del todo claro para todos lo que dice.

Después vino la elaboración del escrito. Varios le ontestaron a Lula. Uribe saltó con una boludez, una verdadera boludez. Cristina le respondión a la misma que estaba proponiendo algo que ya estaba incluido.

Personalmente, lo de Cristina me pareción muy pero muy bueno. Lo mismo Michelle. Ambas estaban muy cercanas en su posición. Cristina internviniendo bastante más. Lo importante para ellas era sentar bases doctrinarias a lago plazo. En el bano del palo, pues, había dos visiones (es la impresión qeu me quedó hoy): quienes querían explotar políticamente el coinflicto con un aumento de la tensión; y quienes proponían una construcción más lenta pero también más abstracta y a largo plazo en el sentido de la consolidación de la Unasur como un factor de poder independiente del control estadounidense.

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"siempre junto a la urbe"