martes, 4 de agosto de 2009

De acuerdo

Es notorio que es más difícil ser oficialismo que ser oposición. Tan es así, que de otro modo muy difícil haber imaginado un triunfo de la Alianza. Para empezar, el gobierno tiene una cabeza: quien preside. Ya sé, van a salir con lo del doble comando y todo eso. Pero para el caso es lo mismo. Si como Asis (principal representnte de esta idea en los medios) o Carrió (quien lo secunda) vamos a pensar que es Nestor quien gobirna y no Cristina, ok, como quieran, Néstor. El argumento no cambia, así que seguimos.

La oposición no es que esté "fragmentada", es mucho más que eso. Mencionemos elementos opositores: sectores de la iglesia, de las fuerzas armadas, de las clases medias, periodistas, radicales, peronistas, estudiantes, trabajadores, gente que hace la cola del supermercdo y comenta la cuenta de gas, etc., etc., etc.

Pero el tema es ¿qué pueden hacer juntos un Almirante o un sacerdote gorila, un estudiante trotskista, un punk anarkista y un estatal peronista? Y hoy la oposición reune todo eso, y más tambien.

Biolcati el otro día me recordó cierta gente que dice que "nos gobiernan montoneros". Otros, a su vez, recuerdan, al oir a la gente "del campo", al gobierno militar. Creo que todo depende del círculo del que uno se circunde. Me explico.

Cada grupo político e institucion, incluso idelogía, tiene para cada cual alguien (o algunos) que la representen. Por ejemplo: Juan tiene un abuelo que era comunista y trabajaba en los frigoríficos, el otro peronista y tenía un negocio; uno de sus primos con quien discute es liberal y trabaja en un estudio de abogados, etc.

Esto determina, al meno, dos cosas. Primero, que lo estrictamente personal que ocurra , así como el clima de politización del círculo influirá en las posiciones políticas de Juan. En el sentido: "el primo tuvo un maestro al que quería mucho y es anglicista, siempre tuvo un buen recuerdo de él y le quedó un amor por lo inglés", etc.

Pero hay otra cosa y es a lo que me quería referir. La noción que cada termino envuelve también estará determinada por este azar que lo coloca a Juan en la familia en la que nació. Así, el discurso de su abuelo será para él -o quizá no, pero el caso es que siemrpe habrá sesgo y azar- la matriz básica de lo que es en sí el comunismo. Y si es liberal, podrá serlo contra él, por ejemplo. Los discursos concretos de sus interlocutores serán aquellos que sienten los puntos fundamentales (es decir, de modo privilegido en relación a otros puntos de referencia). Claro que este factor incidirá conjuntamente con el mencionado arriba.

En fin, todo esto es muy obvio y va de suyo. Pero también es obvio que no tanto, porque si no la gente no se peliaría tanto por la política. No se vaya a interpretar como una idea liberal o individualista. El tema es que ningún discurso es del todo consistente en sí mismo y en relación a los hechos. No sólo porque los hechos sean, como mencionó artemio en algún post, efecto de discurso.

El arte quizás esté, entonces, no en persuadir al adversario de la idea propia (cosa jamás vista); sino de mostrarse persuadido por él. Y esto, pudiendo hacer lo que en el principio era motivo de discordia, sin que aquél proteste ni vea motivo para ello.

¿O acaso la discordia era sólo ideológica?

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"siempre junto a la urbe"