Tres jueces de la Cámara del Crimen, actuando como conjueces en la Sala I de la Cámara Federal, expulsaron de esa investigación al juez federal Claudio Bonadío y enviaron los antecedentes de su decisión a la Comisión de Disciplina del Consejo de la Magistratura. Le reprocharon falta de imparcialidad y haber mantenido un doble rol de magistrado y sospechoso.
Los jueces Gustavo Bruzzone, Carlos González y Jorge Rimondi recordaron que Bonadío debió haberse apartado voluntariamente del caso cuando el Gobierno imputó en la causa al ex ministro del interior Carlos Corach, pues Bonadío había sido su segundo cuando el ahora ex funcionario se desempeñaba al frente de la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia, durante la gestión de Carlos Menem.
De esas 37 indagatorias, llegó a concretarse una docena, pero el trámite quedó paralizado cuando Bonadío fue recusado por el abogado de Ribelli José Manuel Ubeira y por Alejandro Rúa, titular de la unidad de investigación de la causa AMIA del Ministerio de Justicia.
"Hay dudas razonables sobre el proceder imparcial del juez", dijeron los magistrados. Bonadío debió evaluar su apartamiento voluntario del caso, según dijeron los jueces al recordar lo dicho por la sala II de la Cámara, pero adoptó decisiones posteriores en la causa, sin mensurar, supuestamente, la relación funcional directa que había mantenido en el pasado con Corach.
Según el informe que envió la Presidencia de la Nación -dice el fallo-, Bonadío fue asesor de Corach del 19/9/90 al 8/9/92 y su subsecretario de Asuntos Legales, del 8/9/92 a 30/6/94, pero, al ser requerido, sólo hizo una indicación genérica de sus antecedentes laborales en el Gobierno. (La Nación, 2005)
viernes, 8 de diciembre de 2017
Viejas dudas sobre la imparcialidad de Bonadio
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