Privado de su libertad, Amado Boudou escribió acerca de la reforma macrista:
- Terminemos con los eufemismos: la "reforma previsional" propuesta por el Gobierno tiene el objetivo de empeorar la situación de lxs jubiladxs presentes y futuros:
- Si se aprueba, por el cambio de fórmula, los aumentos serán mucho más pequeños.
- Se consolida un sistema de jubiladxs de segunda que comenzó con la mal llamada "reparación histórica".
- Se empeora el cálculo del haber inicial.
Para justificar la reforma, el Gobierno argumenta que "el sistema está quebrado" y que "la plata no alcanza". Esto NO es cierto, los recursos que el Gobierno pretende quitar a lxs jubiladxs se usarán para pagar a banqueros y financistas, parte de la deuda masiva que viene contrayendo el régimen Rivadaviano como también sus abultados intereses.
Podríamos traducir: "la plata está" pero se usará para otra cosa. Es el propio Gobierno el que decide esta nueva asignación de recursos.
Si son correctos los cálculos del Gobierno, es decir que "ahorra" $100.000 millones de pesos en el sistema jubilatorio, esto quiere decir en concreto que las jubilaciones mínimas tendrán una caída nominal del 15% durante 2018. Es decir, un ajuste superior al 13% que les sacó la Alianza de de la Rúa, o dicho de otra forma: a cada jubiladx le quitarán $1,100 mensuales y el aguinaldo para pagar deuda que tomó este Gobierno.
Se pretende ajustar a lxs jubiladxs porque el sistema previsional estaría quebrado. El verdadero quebrado es el BCRA que tiene que aceptar pagar tasas delirantes (del orden del 28%) para evitar una corrida contra lebacs, que se convertiría en forma instantánea en una estampida sobre el dólar. Con un stock de deuda de corto y mediano plazo como la que mantiene hoy, nadie puede pensar que el BCRA fija la tasa de interés como se pretende hacer creer a la población. Sólo acepta las apetencias del sistema financiero.
La convalidación de la actual tasa de interés, no es un síntoma de fortaleza del BCRA en su "pelea" contra la inflación, si no un inequívoco indicador de la vulnerabilidad financiera de la política económica.
Idénticas consideraciones caben sobre la supuesta insustentabilidad del sistema jubilatorio. Quienes se rasgan las vestiduras por el apocalipsis previsional nos endeudan a un ritmo inédito aun para nuestra historia económica aprovechando inadecuadamente la herencia recibida del desendeudamiento 2003/2015.
Como se desprende, bajo el uso sesgado del concepto de sustentabilidad, se ocultan prejuicios contra el sistema jubilatorio público, una mejor distribución del ingreso y el rol de Estado en general.
Se argumenta también que "el problema es que se jubila gente que no aportó".
El sistema jubilatorio argentino está financiado no solo por aportes y contribuciones, sino también por impuestos. Por lo tanto, TODXS aportamos al sistema: quienes tienen un trabajo formal y quienes no lo tienen.
En este sentido, la inclusión jubilatoria que se llevó adelante en el periodo 2003/2015 (que se pretende eliminar) reconoció el derecho a un trabajo fundamental que el mercado no remunera: las amas de casa. De esta manera, se avanzó también contra la discriminación de género.
Las reformas discrimina engañosamente también sobre las mínimas. Mientras algunxs alcanzarán el 82% sobre el salario mínimo, un número importante de nuevxs jubiladxs recibirán una jubilación de segunda del 65.6%. El número de jubiladxs de segunda será creciente en un contexto de desempleo persistente como el que se consolida y proyecta a partir del 2016.
Nuestro país es el único en el mundo que logró liberarse del experimento de jubilación privada "AFJP" una vez impuesto desde los organismos multilaterales. Esto permitió a los argentinos duplicar el numero de jubiladxs y establecer una fórmula de aumentos mediante la cual comenzó a mejorar la situación de nuestros mayores.
¿Nadie se pregunta por qué los países centrales (esos que suelen llamarse países serios) sostienen un sistema jubilatorio público y de reparto?
En la actual etapa, de precarización masiva y global de trabajo que está imponiendo el capitalismo financiero, debilitar el sistema previsional es como bajar dos escalones de un solo paso.
La reforma en curso afecta también al federalismo, ya que quitará recursos sistemáticos y no discrecionales a argentinxs que viven en todo nuestro territorio y gastan en él.
La inclusión jubilatoria, además de ser un mecanismo progresivo de distribución del ingreso, es una herramienta efectiva para mejorar la distribución territorial.
Cuando lxs jubiladxs mejoran fortalecen la demanda efectiva local, ya que en general gastan todo su ingreso.
En definitiva:
El Gobierno pretende ser austero con lxs jubiladxs y manirroto con banqueros y financistas.
Se está tomando la decisión de perjudicar a unxs y usar este "ahorro" para pagar a otros.
Este sistema Hood-Robin no solo es injusto también es un error económico: lxs jubiladxs gastan todo su ingreso en Argentina sosteniendo la demanda agregada; los banqueros y financistas especularán con las altas tasas de interés y el valor del dólar y finalmente fugarán todos sus recursos en busca de otra oportunidad de depredación similar.
Por lo tanto, no aportarán nada la desarrollo de país, tal cual nos enseña la evidencia histórica. (mmlamoyano, payasobarricada)
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