jueves, 3 de octubre de 2013

EL futuro del peronismo, y del país

Observando la data de Andy Tow podemos entretenernos largo rato. Suele llamarse la atención, por lo general, respecto de la contraposición que se produce en legislativas respecto a presidenciales. Para ello se cuenta desde 2007 hasta las últimas PASO, o sea: 46%, 32%,57% y 31%. Evidentemente se oscila entre casi 30 y alrededos de 50 (grosso modo). Seguramente si generalizamos tenderemos a omitir pensar en 2005, pues resulta ya un poco inconsistente.

Los números de los que suele hablarse en los diarios es la proporción respecto de los votos  positivos, que son los que valen. Pero como "el pueblo" incluye incluso a quienes no se acercan a la urna, veamos la serie proporcional a electores 2005-11: 29%, 30%, 23%, 42%. Y las últimas PASO: 23%. La diferencia en valores absolutos '09-'13 es de
175.783 que muy probablemente se deba (me ahorro el cálculo) más bien si no al azar, ya que no sólo se encuantra a 0,22 desvíos típicos, al menos permite pensar en que se deba al cambio en la población (y por ende el número de electores). Es decir, el dato sobresaliente no es tanto 2013 sino 2011. Las puntuaciones típicas de las proporciones respecto el total de electores son:

'05    -0,091
'07     0,172
'09    -0,943
'11     1,791
'13    -0,930 (PASO)

Pero resulta interesante observar también la primer minoría no K (PMNK) en cada caso.

-0,924
-0,457
1,030
-1,011
1,362


Nuevamente ¿qué paso en 2011? Nótese que confluyeron dos fenómenos diferentes: subió a niveles inauditos el voto K, mientras que bajó la capacidad de aglomeración del voto no-K. Las fuerzar que representaron, por turno la PMNK, son: PJ, CC, Union-PRO, FAP, FR.

Llamativo: Hay una alternación entre filo-P/filo-anti-P. Es más: las no presidenciales, la PMNK está representada por una fuerza filoperonista mientras que en las presidenciales por una filoantiperonista. Bueno, a algunos parecerá natural, asumiendo el siguiente modelo: cuando no está en juego el ejecutivo, el peronismo se da el lujo de ir dividido, no así en las presidenciales. Como la hegemonía de la década fue el kirchnerismo, la aglomeración se daba, necesariamente, bajo su conducción.

Esta explicación es muy buena para explicar la conducta de los dirigentes. Pero ¿la de los votantes?

Si separamos las dos series (la opo peronista y la antiperonista) vemos que mientras que la segunda tiene un techo claro (es decir, se mantiene constante en torno al 10%) la otra viene creciendo claramente: 10%, 25%, 27%. Así, como se viene diciendo hace rato (Omix insistió en ello), todo dependerá de la interna del peronismo. Pero no es tan simple como creer que de trocarse  la hegemonía Massa tiene el camino allanado. Porque el modelo mencionado de análisis se da bajo los supuestos de la hegemonía K, pero no nos asegura que una hegemonía ¿massista? el conglomerado peronista se comporte de la misma forma, ni que así lo haga el antiperonista. Evidentemente el exitismo ¿neomenemista? es todavía apresurado.


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