Manolo linkea una nota de ‘el gran diario argentino’ donde se encuentra una crónica de un debate de intelectuales opositores, que también podrían llamarse, ya que está de moda (porque se habla de intelectiales K) como intelectuales anti-K.
Hay una pregunta de Eliseo Verón: “¿Por qué estos fenómenos neopopulistas están asociados a un conflicto con los medios de comunicación?”; que después responde: “construir al enemigo para construir la identidad implica una escenificación. Los medios son los grandes escenificadores de la sociedad (…) Los neopopulismos han tomado conciencia de la necesidad de usar los medios”.
Llama mucho la atención el comentario de la cronista (Susana Viau) al respecto: “Casi como para sí (refiriéndose a la manera en que Verón presentó la respuesta a su propia pregunta), esbozó una hipótesis que si no estaba cargada de verdad, al menos rebosaba inteligencia”.
No podríamos creer que escape a la cronista que el lugar donde se publica la nota es ni más ni menos un ‘medio de comunicación’ y, además, si no uno de los que son parecen parte del ‘conflicto entre el gobierno y los medios de conmunicación’, entonces uno de los que son parte; llama mucho la atención el que, ya que que tanto la respuesta, pero más la pregunta son, es obvio, en defensa del medio en cuestión o sea Clarín, entonces la misma cronista la califique como ‘si no verdadera’ entonces ‘inteligente’.
Los ultrakirchneristas blogueros nos tienen acostumbrados a escuchar cosas como “pero si esta nota es hecha por el mismisimo diario Clarín ¿con qué objetividad nos habla de un tema en el cual es parte?”. Para pensar. Un comentario que, si no cargado de verdad, al menos rebosa inteligencia.
Usé recién el mismo latiguillo que usaba la cronista pero en un sentido contrario, pero mi fin era mostrar que todo lo que él favorecía al argumento que quería apuntalar es pura ficción, tanto que se revierte con facilidad. Pero no es casual: cuando los diarios quieren decir algo llaman a alguien con supuestas luces sobrenormales para que lo digan y denostan a quienes sostienen lo contrario.
Ahora vayamos a los dicho por Verón. Empecemos por la respuesta.
Aclaremos un posible error en su interpretación: lo que se dice no es que el conflicto con los medios sea porque el gobierno necesita construirse un enemigo y entonces se pelea con Clarín. Lo que dice es que el gobierno necesita crearse un enemigo, y para eso tiene que ‘escenificar’; y como los grandes medios son los grandes escenificadores, tiene entonces que usar de los medios para tener acceso a la ‘escenificación’ y así poder crear su enemigo.
Es decir, es la pugna por un instrumento de poder: los medios de comunicación, ya que que ellos son los ‘escenificadores’.
Mendieta postea (un post que, si no cargado de verdad, al menos rebosa inteligencia) que no es de hoy esto de utilizar los ‘medios de escenificación’. En este caso tenemos que decir, en honor a la verdad, que este comentario no es tan inteligente como obvio, porque es una verdad que nadie puede desmentir.
EL mismo Verón peca aquí de ingenuidad al decir que sea la conciencia de ‘la necesidad de usar los medios’ por parte de los neopopulismos lo que lleva a esto, porque no sólo los viejos y tradicionales populismos lo hicieron, también los que no son populistas lo han hecho. No parece haber entonces –pese a la inteligencia destilada en la respuesta- dado en la tecla exactamente.
Mucho menos inteligente sería decir que hay un conflicto como cualquier otro y que, como es como los demás, deberíamos tomarlo como al resto, pero es lo que vamos a decir. Así, en vez de preguntar “¿Por qué estos fenómenos neopopulistas están asociados a un conflicto con los medios de comunicación? ”, preguntamos ¿cual es la esencia del conflicto que hay entre los gobiernos de determinado signo y los medios de determinadas características?.
Puede que nuestra pregunta no sea tan inteligente como la anterior, pero eso no es algo que nos importe. Por que antes que la vanidad intelectual de mostrarse inteligente está la verdad, la misma que los medios desprecian día tras día. Además, hay qe decirlo, es propio de los intelectuales reaccionarios reclamar el monopolio de la inteligencia, negándosela a sus adversarios. Pero de nada sirve la inteligencia si se obstina en despreciar las cosas como son.
Queda entonces nuestra pregunta, solo que no es una mera cuestión intelectual. Y esto es importante: qué sea este conflicto sólo podremos decirlo con seguridad después de que la historia lo haya superado, de la manera que sea. Mientras tanto sólo podemos dar tentativas parciales de respuesta, más parciales mientras más se se está cerca de los principales interesados en el conflictos, donde debe contarse no sólo a los funcionarios del gobierno sino a los ‘grandes medios de comunicación’ y los suyos y, más que nada, a los de el gran medio argentino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario