viernes, 7 de mayo de 2010

"Vicio de ilegitimidad", ley de medios, impuesto al cheque.

De las discusiones políticas que se mantienen en terreno verbal, considero que las que tienen el caracter de la reversibilidad se encuentran entre las menos auspiciosas. Me refiero, con reversibilidad, a un aspecto de las críticas que tienen como finalidad devolver una previa con direccionalidad opuesta, o bien remontarse hacia un hecho anterior que invertiría la dirección hacia la cual debiera dirigirse. Mas en general, se trata de las discusiones en la que se dan imputaciones recíprocas con el mismo contenido.

Un ejemplo es el actual de la libertad de expresión. Mientras que unos acusan a otros de restringirla a su favor, reciben de ellos una crítica análoga. Independientemente de la posición que se pueda tener en este caso concreto, es evidente que semejante desacuerdo solo puede proliferar en bases poco firmes, con una equívoca definicion de los que es la libertad y la expresión, por lo menos. Un avance, en este sentido, son las alteraciones en el seno de la discusión que producen una bipártición detérminos y comienzan a hablar de "libertar de expresión" y "libertad de empresas", y más recientemente "libertad de prensa" y "libertad de expresión". Estas diferenciaciones nos parecen una rectificación de las bases del diálogo que conducen a la posibilidad de definición: definiéndose (aproximando a una definición) los términos del problema, la definición de éste último pasa a ser concebicle. Y lo que esto muestra es que solo la ley, en cuanto socialmente establecida, da solución duradera a estos episodios del conflicto (que en varias oportunidades son sustituídos por otros).

Hay, sin duda, pluralidad de ejemplos. Dentro de poco, la Corte Suprema tendrá que decidir respecto del destino de la ley de medios y se nos informó (claro que el hecho hasta fue negado en su momento por algunos periodistas de Radio Mitre, cosa que yo escuché), a través del diario Perfil (que, casi más fervientemente anti-K que Clarín, se opone a su vez a éste último; cabe recordar aquí que Fonteveccia lo califico'de "pro-cíclico") que el presidente de la Corte Suprema se reunió con Magneto. Lo que quería destacar de esto es que viendo 678 escuché la crítica siguiente: ¿qué pasaría si en cambio se hubiera reunido con Kirchner?, apuntanto al tema de la dobre vara, tema que no es más que una forma de reversibilidad.

De todas formas, lo que interesa para el post está vinculado con los argumentos que hizo valer la jueza Olga Pura de Arrabal y la Cámara Federal mendicina, es decir, que supuestamente hubo "vicios de ilegitimidad, arbitrariedad y gravedad institucional que aconsejan mantener el estado de suspensión en la aplicación".

Es decir, se dice que la ley no sería legítima porque el Poder Legislativo no la sancionó conforme a la ley. Ahora bien, acá viene el tema: hace poco, la oposición logró que los Senadores enviaran a la camara baja una reforma de la ley del cheque siguiendo procedimientos que clara y manifiestamente son contrarios a los que establece la CN.

Esta claro que en un caso, la ley fue promulgada legalmente mientras que la otra no. También parece que la ley de medios sale o sale. El tema es qué pasaría en caso de que también lo hiciera la modificación al impuesto cheque. Supongamos que desde el oficialismo se critique su "vicio de ilegitimidad" ¿no estará la oposición lista para hacer uso de la reversibilidad, y con ella la población que simpatiza con ella? En fin, esto muestra que la reversibilidad es un recurso bien limitado.

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