domingo, 27 de noviembre de 2011

Los relatos y lo que esconden

Me resulta interesante cómo algunos blogueros escriben para mostrar que ellos tenían razón en algún tema en particular en el que discrepaban con el gobierno. O para decir que el gobierno se está equivocando en alguna acción determinada, por más insignificant que a la vez le parezca (y eso, por su puesto, sin que puedan sentirse opositores ni nadie les pueda decir que lo sean).

Es interesante, creo, porque es una muestra más de algo a lo que ya estamos muy acostubrados por la prensa. Para alguien que siga los acontecimientos políticos de nuestro país con algún apasionamiento, la manera de escribir del cronista que sea, ya insultante, ya elogiosa, no puede pasar desapercibida, pero va directo a la parte irracional del alma. Por ejemplo, para alguien muy anti K una nota que elogie a Cristina puede llegar a enfadarlo. Si en cambio leemos sobre una realidad política que realmente no puede ser decodificada por nuestro sentimentalismo, la situación es diferente. No me refiero a que uno lea Tucídides y viendo que escribe sobre una oligarquía, por ejemplo, tome partido en contra porque tiene ideales demòcratas, etc. Al contrario, me refiero a cuanto uno no entiende bien porqué es el conflicto, dónde está el problema.

Esta situación puede ocurrir (es mi caso almenos) para alguien se pone a leer los diarios sobre algún otro país de algún otro continente. Y he aquí lo interesante: uno percibe del mimo modo la hostilidad o la simpatía que despierta en el cronista determinado personaje, pero como uno no puede compartirla, ocurre algo bien particular. Y es que en el texto no figuran, al menos nuncalo ví en un medio de actualidad, los motivos de esa antipatía o simpatía, sólo figuran sus consecuencias en la manera de halar de él. Entonces, si uno quiere entender un poco intenta leer dónde está eso que hace que el autor sea tan descortés con alguien, pero no tiene éxito.

¿Por qué es así?

Bueno, lo más simple sería creer que pretender una actitud distinta equivaldría a que un jugador de fútbol, con la pelota en su poder, se pusiera a pensar por qué tiene que meter un gól en el arco que tiene en frente y no hacer cualquier otra cosa: tirar la pelota la tribuna por ejemplo, o ir a pedirle la camiseta de un jugador del equipo contrario pues o admira desde hace años.

Esta comparación muestra muy bien, para mí, el hecho de que existen un montón de cosas que nos resulta casi imposible ponernos a pensar, y que sin embargo eso no significa que sean triviales.

Pero lo que me interesaba destacar en esta ocasión era que leyendo entonces medios extranjeros, al no compartir los sentimientos (ya sea en el mismo sentido o en el contrario) de sus escribas (más preciso: al hacerlo en medida enormemente menor que los de aquí) uno está en mejores condiciones de percibir qué cosas son las que pasan y qué cosas son "relato". Ojo, no estoy diciendo que haya una verdad objetiva desinteresada e imparcial. Es cierto que todo en última instancia está subordinado a relato. Pero a lo que voy (a ver si ahora me expreso mejor) es que es más facil percibir el relato mismo cuando a uno no le llegan las mismas cosas que a los cronistas.

Si uno se refiere al ex presidente Perón como 'el tirano prófugo' o como 'el general' en cualquier de los dos casos está dando un signo preciso sobre el relato que quiere narrar. No es que haya posibilidad de escaparal relato, no estoy diciendo eso, sino que es más fácil percibirlo cuando el relato no mueve las pasiones del lector. No en comparación con una objetividad que pueda considerarse la única realidad (tal cosa no existe); sino en sí mismo,y en comparación con otros relatos.

Luego de todo este preambulo vuelvo al principio. Que alguien, sea bloguero, periodista, o cualquier persona común y corriente que habla de política con alguien, diga qué es lo que debiera hacer el gobierno, en qué se equivoca, que acciones está haciendo mal, cuales bien, cuales tendría que hacer urgentemente, etc.; todo eso -y sobre todocuando es la única manera que tiene para hablar del tema- da a entender que respecto las razones para que todo sea como él lo dice, no hace falta discutir, está segurísimo, etc.

Con el exquisito estilo que la caracteríza, en la MAK se subió un post donde se muestra con total claridad esto de que en general, sean periodistas, blogueros, etc., lo que importa no es saber cómo las cosas son, sino mostrar que son como se quisiera.

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"siempre junto a la urbe"