viernes, 13 de enero de 2017

El precio del dólar

En esta nota se comenta el tem adel precio del dolar. Dice algunos puntos interesantes:

Por lo pronto, algunos hechos de la realidad muestran que los $16,10 actuales se presentan como una cotización muy seductora: la elevada "fuga" de dólares -que viene promediando los u$s1.300 millones mensuales- o los tours de compras a países vecinos son algunos de ellos.

Los industriales, en tanto, reclaman que para fomentar el "Made in Argentina", la divisa estadounidense debería ubicarse por encima del nivel actual.

Uno de ellos es Cristiano Ratazzi, presidente de Fiat Argentina, que expresa que "el tipo de cambio está atrasado" y considera que tendría situarse en $18 para mejorar la competitividad cambiaria.

No es el único que piensa así, al ver que la inflación doblegó al dólar en 2016: mientras que la primera escaló un 40%, el segundo subió la mitad.

¿Qué hubiese pasado si el billete verde imitaba el incremento del índice de precios? Hoy día debería cotizar cerca de los $19,50.

En busca del precio "justo"/ /Mientras, el argentino de a pie recurre a distintos comparativos para ir monitoreando si la divisa está atrasada.

Por ejemplo, compara los precios en la Argentina de aquellos bienes que siguen al dólar con los de otros países, siendo los productos tecnológicos un buen referente.

En un plano más teórico, los inversores de la city comparan el total de reservas del Banco Central con la cantidad de pesos que está dando vueltas en la economía.

A esta relación la llaman "dólar de convertibilidad", y les indica el nivel de respaldo que tiene todo el circulante en "moneda dura".

La "cuentita" (reservas/pesos en circulación) arroja que por cada u$s1 en manos del BCRA hay $21 moviéndose en el plano doméstico.

Por cierto, este precio no difiere mucho del señalado por Miguel Ángel Broda, quien sostiene que para que el país recupere el valor "real" promedio de los últimos 20 años, debería ubicarse cerca de los $20.

Pero hay más. Ese nivel ($21) no incluye la abultada deuda contraída por el Banco Central vía Lebac, que equivale a más moneda local en la calle.

Durante 2016, la "impresión" de estos "pagarés" avanzó casi 90%, mucho más que la de los billetes (35%).

Si a la cantidad de pesos en circulación se le suma la "parva" de estos títulos en danza, el dólar de convertibilidad treparía a niveles exorbitantes.

El debate sobre si esta referencia debe ser tomada como válida o no, está a la orden del día.

Para algunos, adquiría una mayor relevancia en la época del cepo, cuando los inversores usaban al dólar de convertibilidad para saber si el blue estaba barato o caro.

Sin embargo, subir el dólar no es precisamente el camino que pretende tomar Dujovne. Incluso, se observan síntomas que anticipan que puede ocurrir lo contrario. Es decir que, en términos reales, el peso argentino hasta puede fortalecerse.

- Con un blanqueo que aportará más de u$s10.000 millones en cash

- Con la entrada de otros u$s10.000 millones por emisión de deuda

- Con el buen ingreso de las exportaciones agrícolas

Todo hace suponer que el funcionario tendrá que lidiar con un "súper-peso", tal como consignara iProfesional.

Sin el camino de la devaluación, Dujovne entonces apunta a mejorar la situación de los empresarios por la vía de reducirle los costos laborales y la carga tributaria.

"No hay que enfocarse en el tipo de cambio solamente para mejorar la competitividad", afirma el funcionario.

En este sentido, le asigna la misma importancia a los altísimos costos del transporte interno, al proteccionismo y a la existencia de numerosos impuestos distorsivos que al valor del billete verde.

Desde el IERAL coinciden en que no hay perspectivas de que el Gobierno recurra a la vía cambiaria para mejorar la competitividad.

Argumentan que, dada la mayor oferta de dólares derivada del combo conformado por" blanqueo -endeudamiento- cosecha agrícola", no es de esperar un alza pronunciada del tipo de cambio real.

Son varios los analistas que creen que las mejoras en la competitividad que puedan lograrse provendrán de otras iniciativas oficiales y no tanto de un nuevo retoque al billete verde.

¿Y el precio del dólar? En la visión de los economistas, este año el tipo de cambio no deparará grandes sobresaltos. Al menos esto es lo que se desprende del sondeo elaborado entre 50 prestigiosas consultoras, locales e internacionales, conocido como REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado).

En la mirada de más largo plazo, los pronósticos dan cuenta de una "senda creciente pero estable". En este sentido, Miguel Bein hace referencia a las implicancias que trae el tener elecciones cada dos años.

"En el que es electoral se pisa el dólar, se aceleran los salarios y la economía crece. En el otro sucede lo contrario: se acelera el dólar y se pisan los salarios", afirma.

Es por eso que pronostica que el billete verde cotizará a menos de $18 hasta antes de los comicios.

De cara a diciembre, el pronóstico del REM hace referencia a un valor de $18,50. De cumplirse, la devaluación para todo el año habrá sido del 17% contra una inflación proyectada del 21%.

Por lo visto, nadie afirma que el dolar vaya a permanecer estable. Los que hablan de que no es cierto que haya atraso cambiario en realidad no dicen que no vaya a subir. Simplemente parece que están hablando de si sería conveniente (o no) una devaluación brusca. Es decir, brusca como fue la que hubo hace un año.

Como hace un año las opiniones del oficialismo eran que sí existía atraso cambiario y que sí había que devaluar (y de hecho lo hicieron), es lógico que surja la pregunta acerca de si las condiciones actuales no son parecidas.

Veamos, cuando fue la última evaluación, en Diciembre de 2015, apenas asumió Macri, llevó el dolar estaba a 9.80 pesos aproximadamente. Hoy ronda los 16. Esto es aumento de algo más del 60 porciento. La inflación, en tanto, fue aproximadamente de un 40%, aunque los costos laborales subieron un poco menos.

Pero esto no es toda la historia. Recuerdo que hace un año más o menos se decía (en particular, los oficialistas solían decir) que el dolar verdadero era en realidad el blue y que la devaluación no era, en realidad, una devaluación, sino un "sinceramiento" del precio del dolar. Muchos (sobretodo del campo opositor), han dicho al cabo de una año que "la devaluación se fue a precios, contradiciendo al oficialismo".

Sea cual fuera la verdad sobre este punto, es innegable que, si se considera que el precio real del dólar era el blue hace un año, entonces el dolar no se movió. Y si no se movió, es imposible pensar que luego de un 40 % de inflación no haya "atraso cambiario". Por lo tanto, como el gobierno no cree que hay atraso cambiario (o que si hay no es demasiado preocupante o manejable con una reducción de impuestos y costos laborales), entonces es porque hoy se inclinan a pensar que no era cierto eso de que el blue era el dolar real.

El otro tema importante es que ningún economista plantea una baja ni aún un mantenimiento del precio del dólar. Lo que tendremos, según se desprende de opinione como las mencionadas en la nota linkeada, es un dolar planchado. Mas allá de los mecanismos por los cuales se argumenta que esto va a ocurrir (blanqueo, cosecha, ect), no cabe duda de que es una decisión del gobierno y el resultad ode sus acciones concretas. Y mientras tanto los ahorristas marcan records de compra de dólares.

Yo diría (sin saber nada de economía) que la "expectativas" o la "sensación de dólar barato" va a seguir e incluso se va a incrementar entre los ahorristas o turistas (argentino en el exterior). El tema clave parece ser el movimiento de grandes capitales que pareciera le están "dando una mano" al gobierno al comprar pesos. Sin embargo, como muchos de esos pesos van a comprar LEBACS y cosas similares, esa "mano", visible o no, tiene su costo.

En la nota se menciona que mientras que la impresión de billetes creció 35%, la de estos bonos un 90%. Y en algún momento habrá que pagarlos. Si no se pueden "canjear" por nuevos bonos, irán, los capitales, a la búsqueda de "moneda dura". Y para ello, deberán despresnderse de sus pesos. "Inundando el mercado", según suele decirse.

En fin, da la sensación de que la estrategia es "aguantar" hasta que pase buena parte de 2017 con el dolar con movimientos leves pero que después su ritmo se puede acelerar.

"siempre junto a la urbe"