lunes, 29 de agosto de 2011

"batalla cultural", difamadores, obsecuentes.

Voy a escribir un post basado en lo que me sugirió este otro de Mariano. Comienzo con un comentario de una artículo de La Nación.

Hasta hace un tiempo, no mucho tiempo, al leer los diarios antikirchneristas (o antiques) me encontraba con algo distinto que lo que me encuentro hoy. Ya sabemos que el lugar para la reflexión, para un verdadero pensamiento que se refleje a sí mismo e intente ponerse a prueba, no es algo que exista en los diarios. No es poque sí, creo que se debe a algo muy sencillo: los periodistas están, todos, demasiado ocupados en refutar a quienes no piensan como ellos como para ponerse a pensar en sus propias ideas.

Esta obsesión del periodismo puede concretrse de más de una manera. Una de ellas es la que parte de la descalificación del otro, del "adversario". Podría parecer la manera más fácil, pero no es así. Para discutir a algiuen debemos reconocerle aunque sea un mínimo de dignidad, pero a falta de eso la discusión no puede hacerse. Si lo que opina el otro no vale nada, porque para mí es lo peor de lo peor,lo más bajo y vil, no puedo refutar sus argumentos, no puedo rebajarme a eso, no puedo prestarles atención. Entonces, el hecho de dedicarse -ues a fin de cuentas a esto se dedican- a discutir con ese otro una de dos: los rebaja a ellos o los eleva a los otros, que es lo mismo.

Pero más todavía: el rebajamiento no es hasta el nivel de la realidad del adversario, sino hasta el nivel de la idea que se tiene de él, con lo que el descenso es más abrupto aún. Podría objetárseme , sin embargo, lo siguiente: que el rebajamiento no es más que un subterfugio para que pase lo màs desapercibido posible que se trata de una discusión. Eso es cierto, pero no quita lo que dije. Como la discusión, participar de ella, lleva implícito que estoy reconociendo en el otro la dignidad para plantear su punto de vista y hasta cierto punto alguna validez de ese punto de vista, lo que hacen los medios antique, por ejemplo (pero no solo ellos), es borrar eso on el codo: para evitar que se destaque ese aspecto implícito en su texto, agregan señales que sean inconsistentes con ese reconocimiento del adversario. Y es este procedimiento, completamente innecesario, que se vuelve contraproducente: ya sea porque los termina rebajando a ellos mismos -como dije más arriba- ya sea porque desengaña a sus lectores que no pueden creer el nivel al que llega la difamación.

El otro tema es que lo que se suele hacer es reconocer la legitimidad del otro, pero difamando lo que sostiene dicha legitimidad. Un ejemplo simple es el que propone el voto calificado cuando no existe. A veces se reconoce la legitimidad de un gobierno democrático, pues la ley se lo dá en virtud de los votos, pero se descalifica esa legitimidad diciendo que los votantes que dan esa legitimidad son víctimas del clientelimo político, de la falta de educación, de una ideología indigna, de la deuda de un plasma, de un programa de televisión, etc.

Hace poco uno leía en los diarios que el kirchnerismo estaba en su fase de extinción y que proto serìa reemplazado por algo nuevo. Se sugería que los votantes (es decir todos nosotros) optarían por otra cosa y, además, por cualquier otra cosa. Eso no fue así, y sin duda fue unna cachetada para los que más se creyerons esta idea. Esto implicó un cambio, creo, en la idea que se tiene del "periodismo independiente" en los que se auproclaman tales.

Hasta hace poco, como decía, el "periodismo independiente" se presentaba como la vanguardia antique. Y como se creía que la sociedad estaba harta de la gestión del PEN, se creía la voz de esa misma sociedad. La encuesta, o plebiscito, refutó una de las premisas de esa creencia. Por ende, la situación cambia, y esto se vé acá, por ejemplo.

Allí se plantean preguntas como estas: ¿A qué se reduciría, en tal caso, el papel del periodismo? ¿Quiere la sociedad, incluido un sector importante que votó por Cristina Kirchner, una prensa obediente y disciplinada?

Esto nos muestra cuál es la creencia, el esquema mental de JMS: los periodistas sólo pueden ser 'obsecuentes y dosciplinados' o crítico y diafamador.

Es cierto que el periodismo no es una ciencia, no le podemos decir que busque, más allá de sus riñas, de sus rencores, de sus prejuicios, la verdad ni la objetividad.

Pero entonces ¿los periodistas, si no son difamadores no pueden màs que ser obsecuentes?

Aclaro que de ser así, me parecería una realidad muy triste, por lo que algo en mí se rebela contra esta descipción de las cosas. Pero ¿qué pasaría, en efecto, si desapareciera, por el motivo que fuese, la prensa antique? Omix podría sentirse muy reconfortado (por su idea de que el afuera no existe). Nada vala la fé en la hipótesis de JMS de la prensa obsecuente: los conflictos seguirán existiendo, y como mínimo, persistiría el interno.

Pero antes que eso habría que preguntarse ¿es posible que pase tal cosa, es decir, que no haya más prensa antique?

Acá es donde es importante el planteo del post citado al comienzo de este. Lo que dice allí no es que haya terminado lo que se denomina "batalla cultural", sino que pasa a desarrollarse en fueros administrativo-jurídicos. Y propone: Mientras, en el campo discursivo, la batalla deberá encararse hacia la corrección de las desigualdades geográficas y sociales que afectan el desarrollo conjunto de nuestro país y nuestra población.

Para consolar un poco JMS habría que avisarle que opositores va a seguir habiendo. El problema es que de recluirse la oposición en los medios opositores va a ocurrir esto que viene pasando: que el conflicto de marras adquiere centralidad. En la medida en que los opositores fueran "independientes" del periodismo antique in the pendiente, y éste no se preocupara tanto por bajar línea y, en todo caso, aceptar -si es que quieren ser opositoes- una conducción política, el conflicto cambiaría notablemente de cariz.

El gobierno elige su oposición y la elige en los medios, ésta es su principal parte en que las cosas se den de esta manera. Tal vez sea tiempo de elegir la oposición en otro lugar, una oposición que sa más respetuosa de las intituciones (del ejecutivo al menos) y con la que no todo sea discordia. Como dice Mariano, elevar el conflicto Clarín-gobierno a uno Clarín-Estado. El que pase a desarrollarse en tribunales implica que se encamina a resultados más definitivos. Que nunca darán por terminada la "batala cultural" (pues es obvio que ninguna sociedad ha existido ni puede pensarse en la que no haya conflicto; además ¿acaso creemos que nunca va a ganar en el futuro un gobierno legítimo de signo opuesto al oficialismo actual y que le guste a los medios opositores?), pero cambiarán los temas, los puntos en discusión y hasta podrán incluir puntos en comùn.

jueves, 18 de agosto de 2011

¿Castigo o regocijo?

Escuchando al pasar una radio opositira -en donde se oía hablar a un político opositor-, se hablaba de una especie de interna: ¿qué dicen los votos? ¿qué castigan? (asumían, estos opositores, haber sido castigados por los votantes, al menos así dicen haberse sentido). Y la discusión era: castigaron el modo de agruparse sin tener en cuenta principios; o castigaron la dispersión en la cual se encuentran. Como se ve claramente, tenemos a ambigüedad de la palabra del pueblo argentino, que confunde a los opositores. Claro que en el kirchnerismo la confusión tampoco falta; pue mientras unos interpretan la palabra en el sentido de que al pueblo le importa tan poco Clarín que no vota como él sugioere (y que por ende basta del tema medios en la agenda); otros en el de que es una muestra de que Clarín estaba equivocado, no era cierto el reinado de un clima antiK, que era un microclima mediático, o a lo sumo de cierta parte del territorio nacional; que esto demuestra la mentira de Clarin; que fortalecidos de este esclarecimiento debe atenderse en mantener el camino sin verse seducidos por las artimañas de la corporación mediática, etc.

Sabiamente, la primera mandataria del país dijo que no era tarea de alguien de su estatura el interpretar lo votos, tarea menor que relegó a perioditas, blogueros e ideólogos varios. habló así de mares de tinta, quizás evocando todo lo que se escribió antes y cómo se sentido cambia al leerlo el lúnes, hasta el punto de dejar a algunos, lo hayan notado ellos o no, en el ´idículo. No sabemos, no obstante, si hablaba de eso o si sólo pronosticaba que se iba a seguir desoyendo la música que porta la palabra que se pronunció ese domingo.

Uno podría creer que si un opositor interpreta un castigo a la dispersión es porque pertenece a una fuerza que mantiene espectativas de encabezar todavía un aglutinamiento del arco opositor que desoiga principios doctrinarios y hasta ideológicos; mientras qeu quen en la misma oposición interpreta e lcastigo a un aglutinamiento pragmático (léase de derecha); pertenece a una fuerza incapaz de liderar un aglutinado tal.

De otra parte, si un oficialista cree que hay que interpretar que el debate por la comunicación peca de abstracto, quizá sea porque le huele a un progresismo con que que no comulga tnto como con los principales referentes de los mismos medios; mientras que si interpreta que las PASO forman parte del mismo creen que deben escucharse los argumentos que forman parte del mismo, en particular la parte con la que no estaría de acuerdo Clarín, y que sería de su agrado.

En este sentido, estas elecciones resultan un poco raras: no defnen mucho, solo que Scioli y no Ishi será el candidato a gobernador por el FPV; que el Proyecto Sur fue superado en sufragios por el FIT, cuando se esperaba que mientra que a éste le costaría saltar el cerco de 1,5, los otros serían una de las fuerzas nacionales. Todavía hay que esperar a Octubre para que se defina si CFK es reelecta, si también lo hace Scioli, etc. Así, con unas consecuencias de pequeño alcance, sus efectos en la marea de tinta arece enorme (por ejemplo ¿no se ha visto una escasísima producción escrita en los escribas de La Nación esta semana?). ¿Por qué? Bueno, es obvio que porque sirve para anticipar, cual encuesta, lo que va a pasar en Octubre. Pero más de uno dice ¿No muestran las PASO que el gran diario argentino, TN, La Nación, R10, editorial Perfíl, y todos los pastores que cuidn del grupo (desde dentro o desde afuera) nadaban en mares de arena, que bebieron del manantial de su propio espejismo, que se han indigestado con ello?

Parte de ello puede que sea verdad, pero no puede decirse con exactitud. Eso fue lo que dijo Cristina. Ella no lo cree. Se entretiene, eso sí, por haber sido tantos años militante, con toda esa fantasía, pero no para creerla. Pero ¿qué significa esto entonces? ¿Que mientras Scioli nos pide Fe ella brega por una especie de escepticismo, oscur ofruto de una pasión burguesa? ¿Es este el meollo de la interna del FPV? Creo que no. La Fe de Scioli, tan criticada por la de Sarlo, por Aguer, es de una ética protestante: la fe en el trabajo, que lo elegidos disfrutaran incluo antes de que se establezca, de una vez por todas, el Reino de los Cielos, sea la Patria Liberada, la Argentina del Primer Mundo o el Granero de él. Esa Fe, que Cristina no viene a negar sino a hacer cumplir, no hace más que darle su forma más elevada: el amor, tema en el que últimamente, con sabiduría, ha sabido hacer hincapié. Junto con la Esperanza, son las tres que infunde en el pueblo. Mucho se escucha "fuerza Cristina", pero la fortaleza, virtud cardinal, de poco valdría sin estos tres hábitos que forman la base de la doctrina kirchnerista.

Así, pues, interpretar los votos, ese mensaje político de las masas donde hasta los más tienen voz y no sólo un puñado de esclarecidos ideólogos, resulta un oficio que muchas veces es capaz de nublar la razón, si pierde ésta de vista su auténtico tutor, las virtudes más sublimes de todas.

Pero interpretar no es escuchar, como ya dijimos en otros posts. Escuchar es una actividad del alma mucho más llana, que debe hacerse con humildad, como nos enseña Cris. Así, quien ante la palabra del pueblo argentino escuche un castigo no podrá conseguir una porción de felicidad para los suyos, fin último de toda política, tanto de derechas como de izquierdas.

lunes, 15 de agosto de 2011

Las urnas y la más maravillosa música

No es de hoy la discusión entre progresistas y pejotistas (llamemoslos así, o si prefieren las palabras de manolo "derechistas sostenibles sin represión") al interior del panKirchnerismo (ejemplo). Si se quiere, al interios de la blogósfera Nac&Pop (o peronósfera tal vez).

Lo cierto es que la prolongación de la discusión de marras parece (con el consecuente sostenimiento del gobierno kirchnerista) conducir a un resultado diferente: que el kirchnerisno no es ni progresismo ni pejotismo. No son cuestiones que estén en la teoría, sino en la praxis política. Así, en parte la solución del problema dependerá (más que de los deseos de quienes discuten) de lo que pase después, por ejemplo, en 2015. En gran medida el tema dependerá de si los que vengan después llegan o no a satisfacer las expecattivas de la sociedad o, como dijo uno de los causantes de esta discusión "son peores".

Hace poco se hablaba de De la Sota como posible sucesor de Cristina. Ahora se hablará de Scioli. Claro que antes de 2015 está 2013 (y, ¿por qué obviarlo?, antes todavía, octubre).

Algunos, como Omix, reaccionaron a los resultados de las primarias con críticas severas al kirchnerismo-cristinismo "Algunos no entendieron nada", por ejemplo afirmó. Es entendible que surjan reacciones tan apasionadas dada la sorpresa que trajeron los resultados, no esperados, al menos no abiertamente, por nadie. Dijo la depositaria de la mitad más uno de los votos efectivos: “Si logramos escuchar lo que dice la sociedad a través de las urnas vamos a lograr equivocarnos un poco menos”.

Evidentemente si la cuestión, la condición, es 'lograr escuchar' es que la presidenta reconoce que esa tarea no es fácil. Uno puede disfrutar ese mensaje, como tratándose de la más maravillosa música, pero lograr escuchar lo que dice eso ya es otra cuestión.

Como dijimos en otro posteo, los ideólogos salen siempre a interpretar la noticia, y siempre lo hacen llevando agua para su molino. Así, Pinedo no dice, por ejemplo "las urnas dicen que las deciciones de la presidenta van en la dirección correcta... ¿cómo no lo pensé?" si no que se trata de un voto castigo a la oposición. Alguno dirá, en respuesta, que es un voto castigo a lo que la oposición apostó, y apostó mal.

Pero en fin. Veo que hay una rapidez en interpretar, en explicar qué quieren decir las urnas (que, lo repito, lo que contenían era, principalmente, la imagen y el nombre de Cristina en todo el país).

También decíamos en ese post que las noticias (sirva este resultado electoral como ejemplo paradigmático de noticia, para alguno buena nueva, para otros no tanto) podían ser inocuas, no alterar las interpretaciones vigentes (hegemonicas al interior de cada partido, cada facción) o ser, como esta, capaces de sorprender esas convicciones (o, en virtud de una reacción diría caprichosa, crispar esas convicciones que parece derrumpbar). Claro que nunca deja de haber un grado de convicción que no se está, en general, dispuesto a ceder, pero conservando un mínimo siempre puede haber más o menos de preconprensión; más o menos de sorpresa.

Ahora bien, Cristina nunca dijo que "escuchar" las urnas fuera fácil, por lo que no veo por qué hay quienes se apresuran en dar un respuesta. Lo único que es unívico es qué personas fueron elegidas en los ditintos lugares por las distintas proporciones de electores. Pero a eso no se limita "lo que dicen".

Y por último, como también mencionábamos en ese viejo post, el entretenimiento forma parte de la noticia, digamos para extender ese enunciado mejor a la situacióin actual, eso que dice la sociedad, esa música que algunos les parece maravillosa (y a otros no) además de portar un mensaje, de decir algo, es capaz de deleitarnos. Así pues, el que pueda regosijarse, que se regosije.

Las primarias a orillas del Rio de la Plata

Veamos lo que ocurrió al norte del conurbano, en los partidos de zonas ribereñas. Nos referimos a Vicente López, San Isidro, San Fernando y Tigre. Google no provee mucha información en este momento, pero resumamos.

En cuanto a la elección presidencial, CFK se impuso en los 4 partidos. Asimismo, Duhalde salió segundo, también en todos ellos. Y Carrió sexta. Alfonsín (h.) tuvo su mejor performance en San Isidro, con el 16% (la mitad que Cristina allí). Si tomamos el conjunto de estos partidos, los números son más o menos estos:

1 CFK 40.5 (FPV)
2 ED 17.5 (FPopu)
3 RA(h.) 12.4 (UDESO)
4 HB 10.3 (FAP)
5 ARS 8.9 (CFed)
6 EC 5.1 (CC)

Como se hizo notar respecto de la CABA, si sumamos el panP, tenemos un 67%. De todas formas este número no implica la posibilidad de que sos mismos votantes sean capaces de confluir en algún candidato alguna vez, cosa que no parece para nada probable.

Con respecto al voto para gobernador, tenemos una sitiación similar a la de CFK para Scioli. No así para el candidato de FP (Amadeo) que obtuvo la cuarta parte que Scioli. En Tigre, la CC obtuvo menos votos que el FIT. Veamos:

1 DS 38.6 (FPV)
2 FDN 23.7 (UDESO)
3 EA 9.7 (FPopu)
4 MSt 8.6 (FAP)
5 ARS 6.4 (CFed)
6 MSa 4.5 (NE)
7 JCM 4.3 (CC)

Debe tenerse en cuenta que hubo más boletas para presidente que para gobernador. Por otra parte, algunos de los votantes del FPV llevaron a Ishi, y hubo quienes votarons a Sabattela y Cristina. Así, cada cinco sobres que incluían a CFK, solo cuatro votaron también por Scioli.

Ahora veamos las municipales. Si bien estos datos no figuran en la página del ministerio, algunas informaciones parciales y dispersas andan por ahí.

Vicente López: Macri (jorge) habría obtenido 23%, García 26.5%, Erro 14.5% y Rial 8%.

San Isidro: Posse (Gustavo) 41.5% -también se publicó que obtuvo un 50%-, Cafiero (Santigo) 15%, Galmarini (Sebastián) 8%. Téngase en cuanta que Cafiero y Galmarini compitieron en la interna del FPV.

San Fernando: Amieiro 39%, Andreotti 25%, Tello 3%. (Amieiro y Tello, ambos por el FPV)

Tigre: Massa obtuvo un 70%, del resto ninguno llegó a 5%
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más números
Acá más información sobre las elecciones en Vicente López, San Isidro y Campana.

1º UDESO - Gustavo Posse 40,8 %

2º Frente para la Victoria 21,2 %
Santiago Cafiero 48,8 %
Sebastián Galmarini 31,5 %
3º Frente Popular 7,6 %
Claudio Matorras 57,5 %
Luis Gradín 42,4 %
4º Frente Amplio - Abel Sánchez Negrete 5,5 %
5º Compromiso Federal - Federico Gelay 5,4 %
6º Coalición Cívica-ARI 4,8 %
Ricardo Aragona 52,4 %
Silvana Oronel 47,5 %
7º Con Vocación San Isidro - Luis Riva 4,4 %
8º Nuevo Encuentro - Pablo Charras 3,1 %
9º Agrupación Ciudadana - Pablo Chamatrópulos 2,4 %
10º Frente de Izquierda - Walter Sánchez 2,3 %
11º Proyecto Sur - Silvio León 1,49 %
12º Agrupación Cívica Vecinal-Maximiliano Marga 0,5 %

Fuente: escrutadas el 93,3 % de las mesas del Partido.


domingo, 14 de agosto de 2011

La otra mitad...

Según datos de primarias2011.bog.ar, escrutadas aproximadamente la mitad de las mesas, no hay provincia donde no haya ganado Cristina Fernandez de Kirchner. Con estos resultados, cabe destacar, la presidenta sería reelecta en primera vuelta se fragmente o no lo opisición, que en conjunto no llegaría al %50...
"siempre junto a la urbe"